Cómo realizar el ejercicio para fortalecer la espalda
Uno de los ejercicios de fascia más importantes es el entrenamiento de los extensores de la espalda.
Debe quedar claro por qué: los músculos de la espalda y la estructura fascial asociada son responsables de nuestra marcha erguida, contrarrestan las malas posturas al sentarse todos los días y son un estabilizador importante o un actor principal en muchos ejercicios de entrenamiento físico.
En consecuencia, el entrenamiento de la fascia trasera debe recibir un enfoque correspondiente.
La ejecución correcta para fortalecer la espalda
El entrenamiento de la fascia trasera se puede realizar tanto tumbado como de pie. La ventaja de entrenar de pie es que también es posible ejercer una presión más suave sobre el rodillo de espuma. En la variante tumbada, la presión ya viene dada por su propio peso corporal.
En la variante tumbada, se apoya la parte inferior de la espalda sobre el rollo de espuma transversal. Colocas los pies delante de ti para poder guiar con ellos el movimiento de balanceo. Cruza los brazos sobre el pecho para que ambos codos estén uno encima del otro. Esto asegura que la fascia trasera, que corre en el medio, también entre en contacto con el rodillo de la fascia.
Al inclinar ligeramente la parte superior de su cuerpo hacia la derecha y hacia la izquierda, también puede cubrir bien los hilos laterales:
Con esta variante puedes entrenar toda la fascia trasera como un atleta practicante de fascia.
Sin embargo, también es posible entrenar la fascia trasera estando de pie. Esta variante es particularmente adecuada para atletas de fascia inexpertos o menos fuertes. Para ello, párate de espaldas a la pared y sujeta el rodillo de espuma a la altura de la zona lumbar. Ahora baja como una sentadilla, pero mantente en contacto con el rodillo de espuma hasta que el rodillo de espuma haya llegado a los omóplatos.
Errores comunes
Un error clásico con este ejercicio es cruzar los brazos detrás de la cabeza como lo harías en un abdominal o abdominal, o estirarlos hacia un lado. Como resultado, los omóplatos bajan y hacen contacto con el rollo de espuma. La fascia trasera realmente apuntada flota en el aire y no puede ser abordada por el entrenamiento.